Cada vez leo menos información, la prensa en definitiva. No es que me sienta especialmente orgulloso de ello, pero me evito una serie de berrinches que considero innecesarios.
Leo que el “melillero” embiste al Muelle Uno del puerto de Málaga. Me tranquiliza constatar que ninguno de los tres yates afectados es mío. Tampoco es que me alegre del mal ajeno, pero existen escasísimas probabilidades que eso ocurra. El pez grande siempre engulle al pequeño.
Me informo que el señor Albert Rivera nos va a enseñar a pescar a los andaluces, lo cual me inquieta, cualquier idea de arrebatarle la vida a un ser vivo me aterroriza. Prefiero seguir llevado a personas de aquí para allá, me siento mucho más realizado con esos menesteres.
Me muestra un desnudo integral (enorme delito ese de acudir a una playa nudista) de Teresa Rodríguez, miembro destacada de Podemos, en un lamentable y enésimo intento de desprestigio estéril y lastimoso. Se acrecientan mis simpatías por ese partido y sus integrantes a la vez que me sosiega ver que el desnudo no es de la señora Copesdal (grima fue lo que me produjo verla de mantilla) ni don Mariano posando en tanga.
Y ahora que sale a colación, espero de todo corazón, por el bien de los griegos, que a nuestro Presidente, el señor Rajoy, mostrando una contundencia y firmeza inusitadas, la que siempre le falta frente a Alemania, negando una quita a la deuda griega, no le pase ni tan siquiera fugazmente por la cabeza, la idea de acudir a pisar suelo de nuestros compañeros de fatiga, e ir a enseñarles como crear empleo después de recordarles la altísima tasa de desempleo que azota Grecia.
En definitiva, prefiero no leer demasiada prensa, aunque ella es mera portavoz de nuestras bobadas.